Botarga de casados
Esta botarga “de los casados” toma su apellido para distinguirla de la botarga “infantil”. Aparece el día 1 de enero por las calles del municipio para perseguir a niños y mozas, llamará a las puertas y pedirá una limosna; actuación pedigüeña típica que seguirá hasta el repique de campanas para la misa de año nuevo.
Acabada la celebración seguirá hasta la hora del almuerzo con sus funciones por la plaza. Su vestimenta es muy similar a la de otras botargas: colores verde, rojo y amarillo. A la cabeza una cogulla de color rojo ribeteada de amarillo.
Tiene la particularidad de haber cambiado recientemente la máscara de plástico que usaba por una de madera, más bella y primitiva que la anterior. También viste chaquetilla de color rojo a la derecha y de color verde a la izquierda, excepto en la manga, con flecos verdes y amarillos, y botonadura roja sobre fondo amarillo que bordea la parte inferior; con calzones rojos, verdes y decoración de amarillo y blanco.
Golpea con una cachiporra, que no es más que una rama de árbol. A la cintura lleva campanillas y a lo largo de su vestimenta cascabeles en las cenefas amarillas, además de numerosos signos astrales, como soles o lunas, que están colocadas en el pecho y en los bolsillos.