Botarga en Razbona
La botarga de Razbona porta un atuendo peculiar y alejado del diseño a cuadros y rayas de las otras botargas de la provincia, así pues, el morado y el rojo componen el traje arlequinada de esta botarga. Los cencerros suenan y un enmascarado, mazo en mano, pasea por las calles de esta pedanía de Humanes buscando a sus víctimas.
Precisamente, una de las peculiaridades de esta botarga se encuentra en la decisión de no pasar a la iglesia, pidiendo dinero anterior y posteriormente a la celebración de la misa. Dejando al un lado el matiz religioso de la actividad, el significado de su salida se enlaza a la fertilidad de los campos o a la de las mujeres, como ocurre con el grueso de botargas que se desarrollan durante estos meses en la provincia.
