Loa y danzas de San Acacio

Loa y danzas de San Acacio

Si por algo es conocido el municipio de Utande, es por  las fiestas celebradas en honor a su patrón, San Acacio, con sus danzas de paloteo tradicionales del siglo XIII. Los danzantes visten con camisa y falta blanca muy almidonadas y medias y calzado del mismo color, son de colores vivos solo en el pañuelo, que se lo colocan al uso de mandil o faja y las cintas multicolores, que penden desde los hombros a la cintura.
 
Una banda de seda bordada les cruza el pecho de izquierda a derecha Las danzas se celebran en la plaza del pueblo, todas ellas son de paloteo y reciben el nombre de «Los peludillos». A continuación tiene lugar la representación de la Loa a San Acacio, Auto Sacramental donde el bien y el mal disputan sobre las cosas de los hombres, con el triunfo del primero.
 
Su texto es ingenuo, casi infantil, con moraleja fácil para ser entendida por la plebe iletrada de la época. Los protagonistas son un niño que hace el papel de Ángel, que empuña su espada redentora y que cubre su cabeza con un llamativo tocado; una botarga que representa al diablo que viste de negro y empuña otra espada, esta vez ensangrentada y que cubre su rostro con una máscara demoníaca;  un viejo cómico como maestro de ceremonias y un guitarrista.
 
Las danzas de Utande actualmente son siete independientes interpretadas todas ellas por ocho danzantes, antes sólo eran hombres, ahora también mujeres. Los cinco primeros bailes son de paloteo y los dos últimos se acompañan de castañuelas.