Los Cencerrones

Los Cencerrones

Los orígenes de esta manifestación festiva son muy remotos. Cada día 8 de Diciembre, festividad de la Virgen, los pastores de Cantalojas, tras dejar cerrado el ganado, bajaban del monte, y con una collera de cencerros alrededor de la cintura, cantaban villancicos y romances pastoriles desde la plaza hasta la Iglesia y luego por todas las calles del pueblo.

Esto lo repetían todos los días hasta el día 24 de Diciembre, día de Nochebuena, que acudían a la Misa del Gallo para adorar al Niño. Afortunadamente, gracias al esfuerzo del Ayuntamiento de la localidad y de la Asociación Cultural Hayedo de Tejera Negra, hace diez años se consiguió recuperar una tradición ancestral, una costumbre pastoril que constituye todo un Auto de Navidad que sigue la tradición de las obras medievales con una identidad propia.

Para rememorar y mantener en el tiempo esta tradición, cada año, los cencerrones desfilan haciendo sonar sus cencerros desde el Ayuntamiento hasta la puerta de la Iglesia, seguidos por la gente del pueblo, y al llegar al templo cantan villancicos acompañados por los grupos participantes en el ya tradicional Certamen de Villancicos de Cantalojas, cuya celebración es coincidente con esta popular manifestación festiva.

El inequívoco y singular sonar de los cencerros viene a evocar una ancestral tradición de esta bella localidad serrana que hacen de esta celebración una de las más llamativas y peculiares de toda la Provincia de Guadalajara.

Este tipo de "pastoradas" goza de un gran arraigo tradicional y constituyen una manifestación folklórica y artístico-cultural de gran valor patrimonial, habiéndose convertido con el paso del tiempo en un relevante recurso turístico de Cantalojas, que, por otra parte, guarda en su término municipal una de las grandes joyas de la biodiversidad de Castilla-La Mancha, el Hayedo de Tejera Negra, la masa de hayas más meridional de Europa.