Valverde de los Arroyos
Se encuentra a 85 kilómetros de Guadalajara, y se accede a través de la CM-101 hasta Humanes, donde luego se toma la CM-1004 hasta Tamajón, para finalmente coger la GU-211 y tras pasar Almiruete y Palancares se llega a Valverde de los Arroyos. Valverde de los Arroyos es uno de los pueblos más emblemáticos de la Arquitectura Negra, con la peculiaridad de que sus construcciones tienen un llamativo y peculiar tinte dorado, debido a que además de la tradicional pizarra negra y la madera se emplea como elemento constructivo la denominada piedra gneis, una cuarcita que al reflejar en ella los rayos de sol desprende una luminosidad especial ciertamente espectacular.
Esta singularidad constructiva es propia de los pueblos situados en la ladera oeste del pico Ocejón, como es el caso de Valverde de los Arroyos, Almiruete y Palancares. La localidad se encuentra en uno de los valles más bellos de la provincia de Guadalajara, en un circo altísimo que forman los picachos del Ocejón, De estas alturas bajan numerosos arroyos que circundan el pueblo y le dan incluso el nombre.
Terrazas ocupadas por pequeños huertos, espesos bosques de robles y matas de jara conforman el paisaje natural de su entorno, en cuyas proximidades no podemos dejar de visitar el impresionante paraje de la Chorrera de Despeñalagua, una espectacular cascada de agua de cerca de 80 metros de altura, que proviene del Arroyo de la Chorrera, un afluente del río Sorbe en la falda norte del Pico Ocejón.
En su conjunto arquitectónico destaca la Iglesia Parroquial de San Ildefonso, s. XIX, construcción típicamente serrana que guarda en su interior una magnífica cruz procesional del siglo XVI, una extraordinario obra renacentista de orfebrería. En su casco urbano encontramos también el Museo Etnográfico, una muestra de la pujanza textil que tuvo la localidad hasta mediados del siglo XX.
En su patrimonio de cultura tradicional es necesario resaltar las ancestrales Danzas al Santísimo en la Octava del Corpus. Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Regional, se celebra el domingo siguiente a la octava del Corpus. En ella, aparecen ocho danzantes que portan una vestimenta muy peculiar consistente en camisa y pantalón blanco, cuyos bordes se adornan con puntillas y bordados. Les acompaña el botarga ataviado con un traje de pana en que alternan los colores marrón, amarillo, rojo y verde y el gaitero con traje de fiesta.