Tras las huellas de los Mendoza
El sempiterno deseo de la familia Mendoza de dejar constancia de la grandeza de su linaje y sus ansias de poder los llevó a cultivar el mecenazgo de todas las artes. En Guadalajara, sede de su poder, acumularon numerosas propiedades y lograron títulos de gran prestigio, como recompensa a una lealtad que manejaron estratégicamente para ocupar los puestos más altos del escalafón político, militar y religioso del reino. Hicieron tan extensa contribución a la arquitectura castellana, con palacios, castillos, iglesias, conventos, monasterios, murallas… que se podría hablar de los Mendoza como de los Médici españoles.
A los pies del Cardenal Mendoza, uno de los mayores representantes de la influencia, el poder y el mecenazgo del linaje de origen alavés, repasamos la extensa lista de edificios civiles, religiosos y militares que aún están en pie o de los que se conservan restos que dan idea de su grandeza pasada, cuya construcción fue propiciada por alguno de los miembros de la saga nobiliaria y ejecutada por los más destacados arquitectos, escultores y artistas de la época.
Nos proponemos visitar algunos de los más destacados, dividiéndolos en tres áreas geográficas, si bien se puede alterar su orden o espaciar los trayectos propuestos para aprovechar la estancia y disfrutar del resto de monumentos y lugares de interés o atractivos gastronómicos que se pueden encontrar en cada una de las localidades que recorreremos.

El Tenorio ‘Mendocino y monumental’
Empezaremos en Guadalajara capital, sede del poder del linaje Mendoza, donde, para descubrir los grandes ejemplos de la arquitectura que promovieron los miembros de su saga, nada mejor que acudir, el 31 de octubre y 1 de noviembre, a la representación itinerante de la obra Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, ambientada en el siglo XVI y en la que se utilizan como escenario casi todos los edificios construidos en Guadalajara a instancias de la familia Mendoza que aún hoy se conservan. Y, de ahí, la denominación del evento, El Tenorio Mendocino.
El edificio más emblemático de los Mendoza es el Palacio del Infantado, mandado construir hacia 1480 por Íñigo López de Mendoza y Luna, II Duque del Infantado, bajo la dirección de Juan Guas y al que se puede conferir la condición de "obra única en su género" por su singular combinación de factores arquitectónicos, estilísticos y simbólicos, que funden el gótico isabelino con las influencias mudéjares y los detalles renacentistas. Destacan en él su singular fachada de puntas de 'diamante' y el Patio de los Leones, que presenta una singularidad arquitectónica única. Su profusa decoración escultórica es uno de los mejores ejemplos del gótico isabelino español. Durante El Tenorio Mendocino se convierte en la Quinta de don Juan.
Hoy es la sede del Museo Provincial de Guadalajara y, entre otras obras de valor, pueden visitarse en él las Salas del Duque, cuyos bellísimos frescos renacentistas fueron encargados por Íñigo López de Mendoza, V Duque del Infantado, al pintor italiano Rómulo Cincinato a finales del siglo XVI. Este artista, que había trabajado para el rey Felipe II en El Escorial, fue elegido para reflejar el poder económico y cultural de la estirpe Mendoza.

Muy próximo al palacio paterno, el Palacio de Antonio de Mendoza fue promovido a finales del siglo XV por el primogénito del I Duque del Infantado y constituye uno de los primeros ejemplos de renacimiento puro en la ciudad. Su diseño se atribuye a Lorenzo Vázquez de Segovia. Destaca por su patio central adintelado -uno de los primeros patios renacentistas españoles-, donde se utilizaron vigas rectas en lugar de arquerías en ambos pisos. Las columnas están coronadas con el característico capitel alcarreño, y la iglesia anexa presenta una portada plateresca atribuida a Alonso de Covarrubias. El conjunto fue transformado en el Convento de la Piedad por la sobrina y heredera de don Antonio, Brianda de Mendoza y Luna. En la actualidad, alberga el Instituto de Educación Secundaria Liceo Caracense, aunque es visitable y sirve de escenario para las escenas de la celda de doña Inés y del panteón de la familia Tenorio.
A pocos metros de este bello conjunto, en la acera, sorprende por su presencia una escultura dedicada al Comendador, que rinde homenaje a la Asociación Gentes de Guadalajara, responsable de la representación de El Tenorio Mendocino desde 1991.
Volviendo a las cercanías del gran palacio de los Mendoza, encontramos la Iglesia de los Remedios, construida en 1573 siguiendo los cánones renacentistas por orden de Pedro González de Mendoza, hijo del IV Duque del Infantado, quien llegaría a ser obispo de Salamanca. Originalmente fue un convento y colegio de doncellas. Tras su restauración, hoy funciona como Paraninfo Auditorio del Campus de la Universidad de Alcalá en la ciudad. Su atrio, típicamente renacentista, con tres grandes arcos de medio punto, se atribuye al arquitecto Juan de Ballesteros, y en la obra se transforma en los aposentos de don Juan.

Quedan fuera de los escenarios de don Juan la Iglesia y la Cripta de San Francisco, lugar de enterramiento de los Duques del Infantado y otros miembros del linaje Mendoza, cuyas líneas arquitectónicas emulan las del panteón real de El Escorial, con el que volvieron a demostrar el poder de su estirpe.
Dejamos Guadalajara capital e iniciamos el viaje por la A-2. Muy pronto podemos ver la formidable silueta del Castillo de Torija que, en el marco de las luchas entre Aragón y Castilla, pasó a manos de Íñigo López de Orozco, noble alcarreño e hijo del señor de Hita (su hermana, Juana de Orozco, se casó con Gonzalo Ibáñez de Mendoza dando origen al linaje de los Mendoza). Hoy día, el castillo es propiedad de la Diputación Provincial y es sede del Centro de Interpretación Turística de la Provincia (CITUG) y del Museo del Viaje a la Alcarria. Su visita es indispensable para quienes deseen visitar el resto de la provincia.
El mismo López de Orozco dejó su huella también unos kilómetros más allá, en la localidad de Trijueque, donde mandó fortificar el lugar con una muralla, de la que aún se conserva un torreón. A este puede ascenderse fácilmente por la escalera de la antigua atalaya militar situada en una de las esquinas de la muralla mendocina, desde donde se disfrutan bellas panorámicas del valle del Henares.
El noble también mandó construir un palacio sobre el que, en el siglo XV, sus descendientes edificaron la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una joya renacentista de la que aún se conservan parte de la portada y los muros exteriores. Actualmente, el conjunto se encuentra en estado de ruina y está incluido en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra.
Desde aquel palacio, los Mendoza desempeñaron un papel fundamental en la disputa por el trono de Castilla, al custodiar allí a Juana la Beltraneja, hija del rey Enrique IV, aunque finalmente respaldaron a su opositora, Isabel la Católica.

Ya en la ciudad mitrada de Sigüenza, gracias al mecenazgo de uno de sus obispos, el cardenal Pedro González de Mendoza, y de otros miembros de su linaje, se llevaron a cabo importantes transformaciones en el trazado urbano durante los siglos XV y XVI, muchas de las cuales aún pueden observarse hoy. La más destacable fue la construcción de la Plaza Mayor, impulsada por deseo del cardenal, quien ordenó derribar parte de la muralla y abrir, frente a la puerta meridional de la catedral, un espacio abierto que diera mayor visibilidad al templo y permitiera organizar mercados y actos públicos. En la Catedral de Santa María, los Mendoza promovieron diversas reformas y actuaciones relevantes: desde la elevación de sus muros hasta la construcción de nuevas capillas y la instalación de un coro de madera, entre otras. El Castillo -actualmente Parador Nacional, con su patio visitable- pasó de ser una fortaleza de origen medieval a convertirse en residencia episcopal y señorial. Fue transformado interiormente en un palacio por obra del obispo Mendoza, quien, a pesar de pasar poco tiempo en la ciudad mitrada, lo aprovechó intensamente.

También pasó a manos del Cardenal Mendoza, por un trueque con la familia Carillo Acuña, el imponente Castillo de Jadraque. El prelado no tardó en reformarlo y convertirlo en un bello palacio renacentista, del que hoy se ha podido recuperar y reconstruir parte de su singular patio, concretamente uno de sus esquinazos, gracias a un acuerdo entre la Diputación de Guadalajara y el Ayuntamiento de Jadraque.
Como el recinto palaciego, ubicado dentro de los muros de la fortaleza, resultaba muy estrecho, se dispuso el patio delante del edificio, haciendo también las veces de fachada.
La fortaleza es conocida como el ´Castillo del Cid´, aunque el origen de este nombre no está del todo claro. Podría hacer referencia a una posible estancia del propio Rodrigo Díaz de Vivar, o bien al segundo propietario del castillo: Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, primogénito del cardenal Mendoza y I Marques de Cenete, para quien su padre consiguió además el título de Conde del Cid.
El castillo es actualmente visitable y se encuentra en proceso de recuperación. Tras el derrumbe parcial de uno de sus muros exteriores, la Diputación Provincial ha puesto en marcha una nueva intervención centrada en la reparación del muro de sillería de la pared noreste y en la consolidación de las zonas adyacentes.
A Tamajón llegamos en busca de un palacio, pero en el Ayuntamiento nos explican que, aunque hay constancia de que hubo uno, hoy está desaparecido e incluso se desconoce su ubicación. La promotora de su construcción fue doña Ana de Mendoza de la Cerda, Condesa de Mélito y Duquesa de Francavilla, títulos que ostentaron los señores de la villa de Tamajón desde mediados del siglo XVI. A cambio, nos descubren el edificio renacentista, de la última fase del plateresco, de aire palaciego que alberga el Ayuntamiento de la localidad desde hace cinco siglos. Construido a mediados del siglo XVI, el edificio tuvo inicialmente varios usos: audiencia, cárcel, concejo y pósito. En la fachada del edificio del Ayuntamiento de Tamajón, dos escudos, en el de la izquierda, mejor conservado, se pueden observar las armas de los Mendoza y de la Cerda, señores de la villa.

De regreso hacia la capital, paramos frente a una de las primeras obras civiles del Renacimiento en España: el Palacio Ducal de Cogolludo, mandado construir a finales del siglo XV por Luis de la Cerda y de la Vega, I Duque de Medinaceli, nieto de I Marqués de Santillana y primo segundo del Cardenal Mendoza. El palacio fue diseñado por Lorenzo Vázquez de Segovia, un arquitecto que trabajó al servicio del Cardenal Mendoza y al que éste envió a Italia para que conociera los detalles del nuevo estilo renacentista. Entre otros detalles, los capiteles de las columnas del patio de este palacio están considerados uno de los mejores y más antiguos ejemplos del Renacimiento español. Además, aún se conserva el gran escudo de la familia de la Cerda sobre la chimenea gótico-mudéjar que preside el salón principal del palacio Ducal de los Medinaceli, rehabilitado para devolverle parte de su esplendor.

Ya en la comarca de La Campiña, hacemos parada en Yunquera de Henares, en cuya Plaza Mayor se puede admirar la galería de dos plantas con columnas clásicas de piedra, sobre las que aún quedan algunos capiteles alcarreños con escudos. Es lo que se conserva de la estructura original del palacio renacentista, construido en torno a 1525 a instancias de Francisco Laso de Mendoza, rama mendocina de los Señores de Yunquera, como atestiguan los escudos de armas de los Mendoza y Luna que aún se conservan. Actualmente, el Palacio, al que está adosado la Casa Consistorial, se usa como biblioteca municipal.

Entre las singularidades arquitectónicas propias del Renacimiento alcarreño que ya hemos podido disfrutar, merece una mención especial el denominado ´capitel alcarreño´, con buenos ejemplos en los palacios de Antonio de Mendoza en la capital y en el yunquerano. El capitel alcarreño es una fusión de las líneas renacentistas italianas con la tradición castellana. Sigue la estructura de los capiteles clásicos corintios, pero está decorado más profusamente, con coronas de hojas prominentes, a menudo de roble. Su creación se atribuye a Lorenzo Vázquez bajo el mecenazgo de los Mendoza.

El renacimiento alcarreño
Tomamos rumbo a la Alcarria hasta llegar a Pastrana, ligada al linaje mendocino desde que Ana de la Cerda, Condesa de Mélito y nieta del Cardenal Mendoza, adquirió la villa y encargó la construcción del Palacio Ducal en 1541 a Alonso de Covarrubias, sin saber que acabaría siendo la prisión de su nieta, la Princesa de Éboli y I Duquesa de Pastrana, quien estuvo recluida allí 10 años. Del drama de la dama, se conserva el famoso balcón enrejado desde el que podía asomarse solo una hora al día, dando nombre a la ´Plaza de la Hora´. De estilo renacentista con influencias platerescas, el palacio quedó inacabado durante siglos debido a litigios legales y a falta de recursos, hasta que en 1997 lo adquirió la Universidad de Alcalá y lo terminó. Actualmente es visitable.
Otro ejemplo del mecenazgo mendocino es la reforma de la iglesia medieval durante los siglos XVI y XVII, llevada a cabo por el sucesor de los primeros Duques de la villa, fray Pedro González de Mendoza, quien la convirtió en la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción, actual lugar de enterramiento de los Duques del Infantado. Allí también se puede disfrutar de la colección de tapices flamencos propiedad de los Mendoza.
Asimismo, destaca la construcción de los conventos carmelitas de San José y San Pedro -hoy del Carmen- para cuya fundación en 1569 los príncipes llamaron y acogieron en su propio palacio a Santa Teresa de Jesús.

Nos dirigimos ahora a Mondéjar para descubrir uno de los primeros ejemplos del Renacimiento alcarreño: el Convento de San Antonio. Fundado en 1489 por Íñigo López de Mendoza y Quiñones, I Marqués de Mondéjar, conocido como el ‘Gran Tendilla’, sobrino del Cardenal Mendoza y embajador de los Reyes Católicos ante el Vaticano, fue en ocasiones acompañado a Roma por el arquitecto Lorenzo Vázquez de Segovia -el gran arquitecto renacentista de la familia Mendoza-, con quien regresó a Castilla trayendo ideas del Renacimiento italiano.
También impulsó el I Marqués la construcción de la Ermita del Santísimo Cristo del Calvario -o de San Sebastián-, y su cripta, conocida como la Cueva de los Judíos, que hoy alberga un excepcional y único conjunto escultórico con diferentes pasos de la Pasión de Cristo, cuya existencia está documentada al menos desde 1580. Entre las curiosidades del recinto, algunas de las 75 figuras de yeso de gran tamaño que se pueden contemplar tienen la nariz torcida, a semejanza del I Marqués de Mondéjar, quien sufrió los azares de las batallas en la conquista de Granada junto a los Reyes Católicos.
Otro buen ejemplo de la arquitectura mendocina es la Iglesia de Santa María Magdalena. Levantada por iniciativa del II Marqués de Mondéjar, Luis Hurtado de Mendoza y Pacheco, alcaide de La Alhambra y Capitán General de Granada, fue concebida como un reflejo de la Capilla Real de aquella ciudad para simbolizar el poder del linaje Mendoza y se construyó bajo la dirección inicial del arquitecto Cristóbal de Adonza, que había trabajado en la ciudad nazarí.

Dejamos para otra visita muchos otros buenos ejemplos del patrimonio arquitectónico mendocino, que no hubo tiempo para ver esta vez, como pueden ser los monasterios de Sopetrán y de San Bartolomé de Lupiana, las villas de Hita y Tendilla o los castillos de Pioz, Valfermoso de Tajuña y Zorita de los Canes, entre otros muchos edificios cuya construcción se debió al linaje Mendoza.
Más información, horarios y visitas guiadas:
- https://www.guadalajara.es/es/turismo/
- https://www.eltenoriomendocino.es/
- https://torija.com/
- https://www.dguadalajara.es/web/guest/citug
- https://www.trijueque.es/
- https://www.visitasiguenza.es/turismo@siguenza.es 949 347 007.
- https://jadraque.es/turismo/turismo@jadraque.es 669 69 88 80 - 949 88 14 14.
- https://tamajon.es/
- https://www.cogolludo.es/es/paginas/turismo/oficina-de-turismo.htmturismo@cogolludo.es 949 857 214 - 676 346 485.
- https://www.yunqueradehenares.com/
- https://turismo.pastrana.org/oficina-de-turismo-pastana/oficinadeturismo@pastrana.org 949 37 06 72.
- https://turismo.mondejar.eu/ 642 192 189
- https://turismoenguadalajara.es/
Texto: Susana Abella
Fotografía: Raquel Triguero
Reportaje elaborado dentro del Convenio de la Diputación de Guadalajara con la Asociación de Prensa de Guadalajara

 
                                             
                                             
                                             
                                            