Danzas de la Octava del Corpus

Danzas de la Octava del Corpus

Se celebra diez días después del Corpus, y siempre en domingo.  El rito, inmejorable ejemplo de costumbres antiguas, se interpreta tanto como acción de gracias como de petición de fecundidad para los campos y las bestias. Para los cientos de visitantes, lo que más llama la atención son las vestimentas de los ocho danzantes y la botarga así como las espectaculares danzas y bailes.
 
Los danzantes visten  pantalón blanco, con bordes adornados de puntillas y bordados; el sayolín, una falda hasta las rodillas bordada, y sobre este y a la cintura un gran pañuelo negro, especie de mantón de manila. Sobre el blanco de la camisa, los pañuelos largos, de colores y anudados al cuello.
 
El resto del cuerpo lo cubren con cintas, adornos de pasamanería y las alpargatas.A la cabeza, el canastillo, cubierto de flores de vivos colores y espejuelos, que no se lo quitan para bailar ante el Santísimo, gracias a una bula papal otorgada en el año 1606. La Botarga, conocido como el Zorra, viste traje de chaqueta de colores chillones (amarillo, rojo y verde), una gorra hecha con triángulos de diferentes telas y colores, rematada por una borla, y en sus manos unos palillos.
 
En Valverde de los Arroyos, a diferencia de otras poblaciones, se conserva un número importante de danzas. Se bailan a la mitad de la procesión, en las eras, a las afueras del pueblo, donde se ha instalado un altar en que se deposita la Custodia. Allí en su honor, los danzantes interpretan, entre otras, la Danza de la Cruz. Al finalizar la procesión y de nuevo en la plaza ejecutan otros bailes rituales: el Verde, el Cordón, los Molinos y la Serrucha, danzas de paloteo y de cintas, que giran en torno al palo que sostiene la botarga, que actúa como guía de danza y sobre el que se trenzan ocho cintas de diferentes colores. Entre una y otra danza se realiza la Almoneda, es decir,  la subasta de las roscas.
 
Las Danzas de la Octava del Corpus son todo un espectáculo aderezado con la música de un acompañante, el pitero, especie de gaitero tamborilero. Tras la ejecución de las danzas suelen tener lugar representaciones de autos sacramentales y sainetes de temas alusivos a la religiosidad popular.