Encierro de toros por el campo
Con motivo de la celebración de las fiestas en honor a Nuestra Señora de la Peña, patrona de la localidad, se realiza el ancestral culto al toro mediante el tradicional encierro. Un encierro tan clásico, que sigue celebrándose desde 1584, siendo así no sólo uno de las más antiguos de España, sino el que más fiel se mantiene a los orígenes de la fiesta.
A las seis de la tarde, tras el disparo de varios cohetes, la manada sale de la plaza de toros para recorrer las calles del pueblo siguiendo a los corredores hasta las afueras. Allí les esperan los jinetes a caballo, con sus varas, para conducirlos hasta los montes cercanos, seguidos por la multitud, que disfruta de ellos en pleno campo.
De madrugada, los toros son conducidos de vuelta a Brihuega. Entran por San Miguel, en la parte baja del pueblo, desde donde a la carrera son llevados hasta la plaza de San Felipe, donde son encerrados hasta la mañana siguiente. A la mañana siguiente, la manada vuelve a atravesar las calles de la villa para llegar a la plaza de toros, donde son metidos en los corrales hasta la hora de la corrida.
A continuación se procede a la suelta de vaquillas o algún toro, para entretenimiento de los asistentes.