Entierro de la Sardina
El viernes de carnaval por la tarde se realiza el anuncio y pregón, una buena oportunidad para ver la reunión de personajes tradicionales de la provincia convocados al acto: las botargas, los vaquillones, los danzantes, las mascaritas, los gaiteros, los diablos.
Es digno de presenciar los que corretean persiguiendo a las mujeres casaderas, los que manchas las caras con hollín a los presentes, los que golpean con las cachiporras, los que dejan oler las naranjas en signo de fertilidad y golpean las frentes de los hombres y los pechos de las mujeres.
Cabe destacar la aparición del "Lilí", personaje vestido arlequinádamente, parecido a la botarga, que lleva un cesto de higos y que es perseguido por la chiquillería. Lleva una caña de la que pende un higo y una vara en la otra con la que te golpeará si intentas coger la fruta con la mano, sólo está permitido atraparla con la boca, mientras va canturreando una especie de salmodia.
Va acompañado de dos mandas o botargas con colorida vestimenta contrapeada. Antiguamente el Lili aparecía en la festividad de San Antón, cuando los labradores acudían a la Iglesia de Santiago con sus bestias para darles el pienso bendito. El sábado se celebraba en la Plaza Mayor el concurso de disfraces para adultos seguido del baile de disfraces; el domingo se realizan los mismos actos pero en esta ocasión dedicado a los niños
El miércoles de ceniza se celebra, como es tradición, el entierro de la sardina, con su corte de plañideras -lloronas enlutadas-, los estandartes, las andas. Doña Cuaresma triunfa sobre don Carnaval hasta el año que viene.