Soldadesca y Botarga de la Virgen de la Paz

Soldadesca y Botarga de la Virgen de la Paz

24 y 25 de enero
Parece ser que esta fiesta conmemora el hecho de que uno de los vecinos de Mazuecos que participó en la batalla de Lepanto perdió un brazo al usarlo para tapar una vía de agua causada por un proyectil enemigo y quiso dejar constancia de su heroica hazaña, aunque otras versiones dicen que ante la gangrena sufrida en el brazo, tras largo tiempo utilizándolo como tapón, era preciso su amputación, pero encomendándose a la Virgen de la Paz consiguió conservarlo gracias a la milagrosa curación. La principal función de esta botarga es acompañar a una soldadesca en su desfile camino de la iglesia, aunque tiene prohibido el acceso a la misa. La soldadesca va ataviada con trajes de los tercios de Flandes, en rojo y amarillo, botas y sombrero de época, armados con alabardas y está formada por un capitán, un alférez o abanderado, un sargento, dos cabos y cinco soldados. Tras asistir a misa y ya en el exterior frente a la imagen de la Virgen se va subastando sucesivamente el privilegio de "dar a la bandera". Por cada una de las veces que ésta se ondee habrá de darse una vuelta con la imagen alrededor de la iglesia.
 
La amplia bandera tricolor se debe girar con un solo brazo y hacer "que suene" antes de la reverencia a la imagen. La vestimenta de la botarga verde, roja y amarilla es típica de estos encapuchados, carece curiosamente de las sonoras campanillas, cencerros y castañuelas y año tras año lo único que varía es la careta. Lleva en su mano una caña, en cuyo extremo pendía antiguamente una vejiga de cerdo inflada de aire, hoy sustituida por una bola de badana rellena de serrín con la que golpea a mozas y niños que constantemente la acosan.